Ya es por la mañana y nueve años más tarde

Muy apartado ya de aquí tiembla 

el brillo opaco de la luna diurna. 

Ya ha llegado la mañana
ya se alza bajo el destrozo
el ala maltratada del pájaro de fábula,
y la mano autora, desfigurada por tirar de ella
cae en el despertar de los primeros rayos de sol

Te acercas a la fuente que te ve 

Ir a comprar el periódico todas las mañanas,

dejas que el agua mane de ella, y bebes

Donde el cielo de Alemania ennegrece la tierra,
busca su ángel decapitado una tumba para el odio 

encontrando solamente a un hombre que tiene sed

Un puñado de dolor se pierde sobre la colina

Nueve años más tarde
te acuerdas nuevamente,
junto al espacio en el que estaba la fuente

de qué allí bebías el primer sorbo de agua del día

Y con ese recuerdo empiezas a tener sed
No contemples demasiado profundamente

el hueco donde se encontraba la fuente,

se te saltarán los ojos

Ya es por la mañana

Nueve años más tarde,
en casa de la culpa
apuran los ayer verdugos
su cáliz de arrepentimiento

Y las víctimas de hace nueve años 

son bienaventuradas
Se te hundirían los ojos, no mires

Ya es por la mañana

Sólo los sueños, aquejados de ceguera,

están acurrucados sin poder ver la luz del sol

¡Rompe sus cadenas, guíala
ladera abajo, ponle
la mano sobre los ojos, que no pueda ver

el camino de ida a la libertad de la noche!

Donde la tierra del dorado 

y la de la fuente de la eterna juventud
busca la nube palabras y llena el cráter de silencio Lo inexplicable recorre, en voz baja, el paisaje:
Ya es por la mañana

Y nueve años más tarde, también será por la mañana