Surrealismo quejica

El insólito encuentro de un reloj de cuco 
 y un paraguas en una mesa redonda sin caballeros
Si llueve, el reloj de cuco no se mojará
Y si no llueve, tampocoO máquinas de coser con ojos llorando un amor no correspondido
Pensáis que hay que inventar lo increíble
Pero, entonces, ¿no habéis estado
en mi país, en mis países, nunca supisteis
lo que pasa en su paisaje colores milcolores
en cólera? ¿No habéis visto un maniquí con espuelas y un sombrero de cura
encima del cadáver de una bailarina de ballet,
 o cómo juegan juntos indios y vaqueros al blackjack?
Aquí el sheriff no lleva una estrella de cinco puntas,
lleva una estrella de ochentaydiecisiete
Se llega siguiendo las señas de las cabezas con piojos
Oh loca simetría de uniformes
en la cruel dictadura del difunto,
Es tan sabido el cada día americano
que también lo morimos de memoria,
y es tan igual a la vejez el hambre
cuando empieza por dentro a desvestirnos,
y están los incisivos que nos muerden la tierra
Y la Virgen con la gorra de su equipo de baloncesto preferido
                   con la fusta preparada para la sesión de sado
                   con un manto adornado con plantas de marihuana
                   Y una corona que es un espejismo en un espejo
Espejos cayendo desde la pared decorando una habitación verde botella
Donde de repente aparece un busto de Palas de la nada
para que venga el cuervo del "Nunca más" y se pose en él 
Eso es así, es así, es así más que qué, más
Américas hechas en las bodegas del olvido, más
eco regresando a la puerta del grito,
buscándose la culpa como una culebra.
Qué sabíais, entonces, sin ver estas estampas,
si no esta atroz baraja del delito,
ni cómo inventaríais nada igual a ese
muerto que murió condenado sin últimas palabras, 
llorándose los gusanos que le quedaban desde
cuando le dejaron un rato sin matarle
Pero esto no es pintura ni palabra, es algo que
simplemente sucede, nada más, 
después de la guerra de los 100 años
después del nombramiento de Borgia como Papa
después de la independencia estadounidense 
 y otras tonadas de larga duración
Instantáneamente se torna todo de triste y de tristes
Pero la sangre, no el llanto, tiene ahora la palabra
y esta vez ha querido callarse y guardarse un as en la manga


0 comentarios:

Publicar un comentario