Versos a la muerte de mi padre

Hay dos formas de dar luz:
Siendo la lámpara que la emite,
O bien el espejo que la refleja
Desde que me abandonaste
Me voy volviendo más bella con el fluir del tiempo
Mis uñas parecen puentes levadizos
Que llevan al palacio de las mentiras que me dejaste
Mi cabeza semeja una urna de cristal,
Un cristal muy valioso y delicado que
De tantas veces que se ha roto
Se ha vuelto inmortal
Tendrías que ver ahora
cómo levanto cosas entre mis manos vueltas harapos,
la caligrafía de mis cartas a desconocidos,
cuán propinas dejo en las mesas ajenas
la manera en que logro mantenerme en pie aún
paralizada por el miedo y la incertidumbre de
un “quizás vuelvas esta noche”
No, es sólo tu crueldad cercando
mi mente con un halo de descomposición

Lo que decía al principio es que
Hay dos formas de obtener luz
Siendo la lámpara que la emite
O bien el espejo que la refleja

Y después de fallar el
“quizás vuelvas esta noche”
Verso a verso
Noche a noche
Al menos, en casa,
Se proyecta luz