Pido perdón por la tontería repentina
y te pido disculpas a ti, porque eres tú

Mi musa en cuyo concepto nunca llegue a creer

Mi tarta de cumpleaños que no precisa de velas para estar iluminada
Mi alcohol que transporta sin náuseas ni dolor de cabeza después

Mi libro en edición de canto dorado que no me atrevo a empezar
Mi set de bricolaje para una inmaterial suerte de carpintería 
Mi violín que se hace melodía en cuanto mi mano roza sus cuerdas pensándote
Mi arma de precisión no atacada por la herrumbre

Mi pequeño velero siempre presto para hacerse a la mar
Mi aurora en los verdes jardines y en las pilas de carbón
Mi acorde de Knopfler que empalma un cigarro con la rabia del otro
Mi sendero del laberinto jalonado cuya salida nunca voy a encontrar
Mi fábula demasiado maravillosa para sufrir el post-scriptum de una moraleja
Mi castillo de torrecillas múltiples donde el puente levadizo se abre a "Tú"
Mi alfabeto -de arco iris a zodíaco- con viñetas pintadas en los tonos de ácido a suave
Mi prueba por quien es más valiente

Mi apuesta al número siete
Mi parte y mi todo.
Mi panacea
Mi suerte
Mi razón y mi sinrazón.
Mi salud y mi fiebre

Mi sentido y mi sinsentido

De nuevo, pido perdón por la tontería repentina
y te pido disculpas a ti, porque eres tú


0 comentarios:

Publicar un comentario