A la soledad

He olvidado el acento de las más queridas voces,
y he perdido el entusiasmo al descubrir una nuez caer del nogal.
Convocatorias vanas que no me traen el asombro de ver una paloma en mi cuarto
Cómo no perder la religión tras madrugadas y madrugadas sin poder dormir
Los mudos retratos sin aroma y sin aire,
construidos con materia de otro tiempo
construidos con el color exacto del pretérito,
Incertidumbrosa aparición de nombres olvidados,
de fechas en papel resquebrajado, envejecido
del recuerdo una luna más joven
Vana memoria que no puede traerme desde lejos
que no me deja carne, risa gentil o canto.
Triste memoria mía incapaz de abrazar lo más mío


0 comentarios:

Publicar un comentario